Ahora mismo no tengo tiempo para escribir.
Bueno, ni para escribir, ni comer, ni pensar si quiera,
pero lo necesito, necesito escribir...
Ordenar, mejor dicho, todo esto que tengo dentro.
Estoy tan perdida ahora mismo...desorientada y sola.
Tengo dentro tantas cosas...o nada...porque me siento vacía de tantas cosas que siento.
Me gustaría no sentir nada, absolutamente nada.
No hago mas que mirar a mi alrededor y ver a gente y más gente,
todos parecen felices, y yo me siento como un alma herida vagando por
las calles que me aprisionan cada vez más y más.
Ahora todo va a cambiar, pero tengo mucho miedo a eso...porque no sé si
va a ser a mejor o a peor...
Eso es lo que me pasa...estoy muy nerviosa, muchisimo por el miedo que tengo a todo.
Soy muy insegura, y temo a todo.
A sentirme de nuevo sola, a no encajar en una vida nueva, a hacerme adulta, demasiado adulta
para poderme comparar con mis contemporaneos. Porque ahora mi vida va a ser distinta a la de ellos...peor me atrevo a decir.
Si, es cierto, tengo envidia de ellos. De sus padres, los cuales se pueden permitir pagarles
un piso, una residencia, e incluso un colegio privado, y los mios, en cambio, solo me pueden
mandar con mi familia y a priori para trabajar.
Si es envidia, y creo que es natural.
Me siento como Antonio Machado en su primera etapa, en la modernista, cuando se está buscando a sí mismo, se preocupa del tiempo, de los sueños, de la muerte, de Dios...
te entiendo de sobra Machado. Yo me preocupo ahora de mi tiempo, de mi vida, de mi futuro,
de mi gente...de mi soledad...
Soledad...palabra tan usada a lo largo de los tiempos...y por mí...he de decir...
Creo que es el momento de esperar y de asumir...sobretodo de asumir.
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