lunes, 12 de octubre de 2009

El humo de Madrid


En primer lugar quiero dejar constancia de que esto no es lo habitual,
no escribo normalmente en otra cosa que no sea mi agenda o mi lienzo, pero la inspiración es así,
no atiende a gustos.
En segundo lugar quiero decir que escribo por primera vez desde lo que va a ser mi nuva ciudad, como prometí.
Estamos a día 11 o 12, no lo sé my bien, la verdad esqu ahora poco me importan las fechas.
Dicen que el hambre agudiza el ingenio, pero a mí me lo agudizan las penas, mis auto-desgracias que están a la orden del día.
Hablé antes de la eterna espera del ser humano, de la espera siempre a algo mejor, y yo no voy a ser diferente, obvio.
¿Y qué pasa cuando se consigue lo esperado?
1-Te defrauda
2-Buscas otra cosa a la que esperar.
En mi caso yo conseguí algo que esperaba, y fué lo primero.
Ahora espero a tener la vida que realmente esperaba, no con lo que me he topado.
No tengo hogar, ni trabajo, ni estudios.
¿Qué puedo hacer?
Esperar...No quiero seguir esperando cuando todo lo que me importa a mi alrededor ya continua con su vida, con su espera, con su sueño...y yo solo recibo compadecencias...
Son las 2:22. Álvaro duerme trás de mí.
Madrid, grandioso, está a mí izquierda. Sus luces tintinean como llamándome, yo quiero ir hacia ellas pero lo más cerca que puedo estar de ellas s de las luces del metro.
Todo lo que deseo está lejos, mis sueños, en stand-by, mi gente, a kilómetros, mi hogar, inexistente. Solo le tengo a Él.
Es todo tan raro, tan absurdo...tan solitario entre la multitud...
Ahora mismo lo único que tengo es mi ingenio, mi papel, mi boli y a Él. Y aunque parezca mentira, podré sobrevivir solo con eso hasta qeu lleguen las luces de Madrid.






Buenas Noches Sueños,
espero encontraros mañana,
en la próxima parada del humo de Madrid.

Arsile

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